imagen de un niño trabajando en un basurero

Diez años después de iniciarse una campaña mundial contra el trabajo infantil, la Oficina Internacional del Trabajo (OIT) publica hoy un estudio global que marca un hito en la historia de la lucha contra el trabajo infantil y en el que se demuestra que, a pesar de los «importantes progresos» conseguidos, un número alarmante de niños continúa atrapado en las peores formas de explotación.

Según Juan Somavia, Director General de la OIT, pese al creciente compromiso de los gobiernos y de sus interlocutores para tratar de resolver el problema del trabajo infantil en todo el mundo, éste sigue siendo un problema a gran escala. Aunque se han producido progresos importantes hacia la erradicación efectiva del trabajo infantil, la comunidad internacional todavía se enfrenta a una ardua tarea contra esta tenaz y omnipresente forma de trabajo que afecta a millones de niños de todo el mundo.

En la publicación titulada « Un futuro sin trabajo infantil » , el estudio más completo jamás realizado por la OIT sobre la cuestión, se señala que se ha producido una respuesta de alcance mundial al llamamiento en pro de la erradicación del trabajo infantil, especialmente las peores formas del mismo, a través de la acción directa en los planos local, nacional e internacional. En el informe se llega a la conclusión de que 246 millones de niños – es decir uno de cada seis niños entre 5 y 17 años – están implicados en el trabajo infantil. Entre las nuevas y sorprendentes conclusiones del informe, se señala también que uno de cada ocho niños en el mundo – unos 179 millones de niños entre 5 y 17 años – siguen expuestos a las peores formas de trabajo infantil, que ponen en peligro el bienestar físico, mental o moral del niño.

En el informe también se afirma que de estos niños: unos 111 millones de menores de 15 años que realizan trabajos peligrosos deberían ser «retirados inmediatamente de este tipo de trabajo»; otros 59 millones de jóvenes entre 15 y 17 años deberían recibir protección urgente e inmediata contra los riesgos laborales, o bien ser retirados de este tipo de trabajos; unos 8,4 millones de niños están atrapados en las formas «incuestionablemente» peores del trabajo infantil, como son la esclavitud, la trata de niños, la servidumbre por deudas y otras formas de trabajo forzoso, reclutamiento forzoso en conflictos armados, prostitución, pornografía y otras actividades ilícitas.

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