una joven con mascarilla pasa delante de un cartel de alquileres

Miles de personas llaman cada día a anuncios de vivienda que encuentran por internet. Estadísticamente es muy probable que usted, que lee estas líneas, lo haya hecho muchas veces en su vida, por diferentes motivos: para conseguir una casa mejor, por un cambio de empleo, la llegada de un nuevo miembro a la familia o por una subida drástica de la renta de alquiler en donde vivía. Así que sabrá bien que no es una tarea fácil, teniendo en cuenta que los precios de los alquileres han subido un 50% en los últimos años.

Es posible, además, que no haya encontrado una vivienda que se ajuste a sus expectativas en la primera visita. Algunas viviendas que parecían idóneas en las fotografías después le habrán parecido demasiado pequeñas y en mal estado, o le pueden haber pedido una serie de garantías (nóminas muy altas, contrato indefinido, avales) que no podía cumplir. Y puede que algunos de ustedes hayan desistido de vivir en el centro, siquiera a las afueras, de una gran ciudad.

Imagine ahora que, en vez de estas dificultades, le rechazasen directamente por otros motivos: por su acento, por sus rasgos o por su nacionalidad. Porque usted se llama Albany, Camila, Enmanuel, Rachid, Valentina, Ileana o Velkam. Quizás no sea algo explícito y simplemente le responden que la vivienda ya está alquilada. Así una y otra vez. ¿No les parecería raro?

En esto consiste el testing inmobiliario. Se trata de una técnica de investigación que hemos llevado a cabo desde Provivienda y que consiste en que personas autóctonas llamen a los anuncios justo después de las personas que les he nombrado. Dichas llamadas se complementan con otras que desempeñan un papel diferente: el de propietarios de una vivienda que telefonean a agencias inmobiliarias pidiendo explícitamente no alquilarla a una persona inmigrante. En total, hemos realizado 1.836 llamadas telefónicas.

Los resultados son desalentadores: siete de cada diez inmobiliarias contactadas aceptan formas explícitas de discriminación. Y de las tres restantes, una buena parte aceptan barreras “más sutiles”, es decir, requerir garantías adicionales a personas de otros países. Pero el testing inmobliario no persigue demonizar ni a propietarios de vivienda ni a agencias de alquiler: pretende demostrar empíricamente que este tipo de conductas están normalizadas en nuestro país. La discriminación es un fenómeno complejo, relacionado tanto con la estigmatización racial y cultural como con factores relacionados con la estigmatización de la pobreza.

Leer el resto del artículo en El País.

La entrada Mercado inmobiliario: “Según su nombre o su acento, descartamos” aparece primero en Aula Intercultural.

EnseñanzaAula interculturalMiles de personas llaman cada día a anuncios de vivienda que encuentran por internet. Estadísticamente es muy probable que usted, que lee estas líneas, lo haya hecho muchas veces en su vida, por diferentes motivos: para conseguir una casa mejor, por un cambio de empleo, la llegada de un...Sector Enseñanza de UGT Servicios Públicos Castilla-La Macha