Una mujer con una pancarta en la que pone Blacklives

Cincinnati está teniendo un reconocimiento público con el racismo y la vigilancia policiales en las comunidades, y estos problemas afectan directamente a los niños y las familias que asisten a las escuelas públicas de la ciudad.

El llamado a una “reapertura segura, equitativa y antirracista” de las escuelas también responde a la realidad de las crisis actuales (COVID-19, una depresión económica y racismo sistémico) están interconectadas.

Los asesinatos de George Floyd, Ahmaud Arbery, Breonna Taylor y muchos otros han puesto aún más de manifiesto el racismo sistémico que siempre ha existido.

El levantamiento de Black Lives ha demostrado el tipo de movimiento que se necesita para transformar la sociedad.

El impacto desproporcionado y mortal de COVID-19 en las comunidades de color y las comunidades de clase trabajadora ha demostrado con gran alivio la falta de una red de seguridad social.

En medio de todo esto, la educación pública, una de las esperanzas restantes para la justicia racial, el avance, la democracia y la comunidad, está siendo atacada con recortes presupuestarios durante una crisis de proporciones históricas.

En este momento sin precedentes, con la reapertura de las escuelas públicas después de COVID-19, se busca exigir escuelas transformadas y una economía transformada.

Se invita a la comunidad a participar en una movilización masiva para exigir un retorno a una educación pública mejor y no peor para los niños de la ciudad.

La unión es de las ciudades y pueblos de todo el país para exigir justicia educativa.

Se invita a las personas reunirse frente a la Junta de Educación para elevar y amplificar las voces de los más afectados: estudiantes, padres, comunidad y maestros.

El camino hacia la recuperación corre directamente a través de las escuelas públicas. Se compartirán varias demandas en torno a la educación. Algunos ejemplos:

– Es hora de que financiar adecuadamente las escuelas públicas. La Ciudad de Cincinnati está considerando su presupuesto anual, y los líderes de la ciudad se niegan a devolver millones de dólares destinados a las aulas de los niños, que en su lugar se desvían a millonarios y desarrolladores corporativos para sus ganancias personales en forma de reducciones de impuestos y TIF. Y, el senador Portman debe aprobar la “LEY DE HÉROES” federal para apuntalar los millones en recortes estatales a la educación pública y la salud pública.

– Los estudiantes que están siendo desalojados o tienen hambre no pueden aprender: las escuelas no deben volver a abrir y permitir “negocios como de costumbre” hasta que se satisfagan las necesidades básicas de los estudiantes, sus familias y los trabajadores. La falta de viviendas asequibles, los desalojos y los recortes a los servicios de redes de seguridad solo causan más inequidad.

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