Profesor de la escuela rural de Las Rozas de Puerto Real con alumnos por un camino

La imagen del maestro de pueblo un poco nostálgica, que vivía dentro de la escuela, hace tiempo que ya no existe. Hoy, muchos viven en las ciudades y recorren largas distancias para llegar a una escuela de un pueblo de pocos habitantes. No son maestros al uso porque un abismo separa la escuela rural de la urbana. Los maestros rurales han tenido que adaptarse a la dificultad de enseñar varios cursos a la vez. Niños de tres y cuatro edades diferentes conviven en una misma aula y son un máximo de 30 en toda una escuela. No hay fórmulas mágicas. Preparar diferentes actividades para cada nivel y programar las que se pueden hacer en grupo para que ninguno se aburra y todos aprendan. El esfuerzo del maestro es monstruoso. Las ventajas: que son pocos niños y la enseñanza es muy individualizada.

A menudo aislados, estos maestros luchan por abrir al mundo a los niños y suplir las carencias del entorno rural. Están en constante innovación y de ahí que la escuela rural sea ejemplo para los grandes colegios de la ciudad. Es el caso de Castilla y León, que ha sacado los mejores resultados en el último informe Pisa, entre otras razones por la alta tasa de escuelas rurales. Y la provincia de Soria es definida como la pequeña Finlandia.

La escuela rural y sus maestros son la llave de la despoblación. Con menos de cuatro niños, la escuela se cierra y es la muerte del pueblo. Visitamos a cuatro de estos educadores en la Comunidad de Madrid, Soria, Zaragoza y La Rioja.

Un paso al frente Los maestros rurales suplen a veces el hecho de tener pocos niños con actividades tan sencillas como salir y hablar con el panadero, el cartero, dar paseos y comentar los árboles.

ÁNGEL MANUEL FERNÁNDEZ

Rozas de Puerto Real (Madrid). 400 habitantes

Un total de 38 niños estudian en el colegio Carlos Ruiz. Ángel es el director, maestro de Inglés y profesor de apoyo. Vive a 20 minutos de la escuela.

«Cuando llegué aquí, hace 8 años, los seis cursos de primaria estaban todos en una misma clase. Pequeños que no sabían casi ni leer ni escribir con niños que tenían que incorporarse a la secundaria con cierta garantía». Así fue el aterrizaje de Ángel como maestro rural. «Al principio se te cae un poco el mundo encima», prosigue.

Comprometido con la misión de la escuela pública -«no tanto la transmisión de contenidos como de valores»-, para él están claras las ventajas de la escuela rural. La convivencia de distintas edades en una misma aula «hace que los pequeños se beneficien de lo que están aprendiendo los mayores. Escuchan tu explicación, aunque estén en otra cosa. Y también les viene bien tener buenos referentes como compañeros», explica.

Nada más llegar, puso en marcha un periódico digital para que los niños tuvieran «una ventana abierta al mundo donde mostrar sus progresos». «A través del periódico -explica Ángel- aprenden, de verdad, la repercusión que tiene lo que escribimos y escriben en Internet».

«El periódico sirve para mucho más que para publicar unas crónicas», afirma. Hasta lo leen en el bar del pueblo. Es una actividad voluntaria, pero ‘fácil de contagiar’. «Lo hacemos con mucho bombo y les entregamos un carné de periodista, un título académico…», cuenta. «Escribo en el periódico porque así aprendo más», explica Andra, la hija de Antonio, el dueño del bar, que asegura en su clase de apoyo con Ángel que le gusta su maestro porque es divertido y tiene moto.

Con la misma ceremonia, Ángel imparte sus clases de Inglés a los más pequeños. Un total de 11 niños, de 3, 4 y 5 años. Es realmente la marioneta Jimmy -«un niño imaginario que solo habla inglés»- la que ejerce de maestro. Se nota que disfruta enseñando de forma lúdica. A través de Jimmy articula la clase.

Los niños se divierten y miran con atención la marioneta, que se mueve sin parar, haciendo preguntas en inglés a unos y otros, siempre distintas, unas más exigentes dependiendo del nivel de los niños. Todos quieren recibir el honor de ser preguntados por Jimmy. «¿Y yo qué?», espeta una de las niñas que se quedó sin su turno.

Leer el artículo completo en ABC.

La entrada Maestros rurales: el milagro de la escuela mínima aparece primero en Aula Intercultural.

EnseñanzaAula interculturalLa imagen del maestro de pueblo un poco nostálgica, que vivía dentro de la escuela, hace tiempo que ya no existe. Hoy, muchos viven en las ciudades y recorren largas distancias para llegar a una escuela de un pueblo de pocos habitantes. No son maestros al uso porque un abismo...Sector Enseñanza de UGT Servicios Públicos Castilla-La Macha