ilustración collage sobre cuidados

Septiembre rima con volver a empezar. El ritmo de trabajo, el colegio, las clases, las responsabilidades, el tiempo para cada cual, quien lo tenga. Después de año y medio de pandemia, España afronta este nuevo curso con el 70% de la población vacunada, con el sistema educativo a pleno rendimiento y con un mercado laboral entre el teletrabajo y la presencialidad, no siempre a partes iguales. En la base de la pirámide, más olvidados (aún) que en otros momentos de la pandemia, los cuidados. Sin nuevas medidas en el horizonte, el escenario actual amenaza con agravar la brecha de género y la desigualdad. Datos y expertas llevan meses alertando sobre una situación que se repite.

La pandemia y el confinamiento trajeron un aumento de la carga de cuidados que los hogares tenían que asumir. Aunque la vuelta de colegios e institutos y de otros servicios –desde el empleo doméstico a los centros de día para mayores y dependientes– parece haber aliviado la situación, la ‘nueva normalidad’ de la conciliación sigue recayendo mayoritariamente sobre las mujeres.

«Los colegios abren pero en muchos sitios hay menos extraescolares o las familias prefieren no enviar a los niños para evitar riesgos, muchos hogares que contaban con los abuelos ya no lo hacen, bien aún por miedo o porque los han perdido o su situación ha empeorado, también porque hay quien volvió al pueblo tras la pandemia. Hay gente que tiene que cuidar a los padres porque han caído enfermos, o a lo mejor uno de ellos ha muerto y el otro ha quedado solo, hay quien por miedo sacó a sus padres de las residencias. Quien no tiene apoyo familiar o no puede externalizar de alguna manera parte del cuidado tiende a dejar el trabajo. Eso, en un contexto en el que el empleo de las mujeres es, de media, más vulnerable y sus salarios mas bajos, hace que si alguien tiene que quedarse en casa sean ellas», explica la socióloga Marga Torre, especialista en segregación ocupacional y desigualdades.

Más mujeres que hombres en situación de inactividad

La población activa, es decir, la que está en búsqueda activa de un empleo, ha crecido entre mujeres y hombres de forma similar en los últimos trimestres, según muestra la última Encuesta de Población Activa (EPA), aunque la diferencia por sexo se mantiene: en España sigue habiendo 1,3 millones más de hombres que de mujeres con empleo o en búsqueda de uno.

En la población inactiva, la que no está en el mercado de trabajo por diferentes motivos, la brecha de género se revela claramente: casi 600.000 mujeres no buscan empleo por estar dedicadas a tareas de cuidados, 150.000 más que cuando comenzó la pandemia. Unas cifras muy alejadas de las de los hombres: 55.000 están inactivos por este motivo, unos 20.000 más que al comienzo de 2020.

Leer el artículo completo en El Diario.

EnseñanzaAula interculturaligualdadSeptiembre rima con volver a empezar. El ritmo de trabajo, el colegio, las clases, las responsabilidades, el tiempo para cada cual, quien lo tenga. Después de año y medio de pandemia, España afronta este nuevo curso con el 70% de la población vacunada, con el sistema educativo a pleno...Sector Enseñanza de UGT Servicios Públicos Castilla-La Macha