Un año más el 25 de noviembre se conmemora para denunciar la violencia que se ejerce sobre las mujeres en todo el mundo y reclamar políticas en todos los países para su erradicación. Pero este año a la preocupación por la situación que viven miles de mujeres atrapadas en la violencia machista y el dolor por las víctimas asesinadas, sumamos la inquietud del avance de la extrema derecha en nuestro país. Una extrema derecha que enarbola sin rubor discursos y comportamientos que recuerdan a los tiempos de la dictadura franquista en el que la legislación situaba a las mujeres bajo la tutela del marido, sin posibilidad de escapar del infierno de sus casas. Todavía resuenan los ecos de dichos como “la mate porque era mía o mi marido me pega lo normal”.

Afortunadamente el consenso democrático hizo posible que en el año 2004, la Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género fuera aprobada con los votos a favor de todo el arco parlamentario adoptando medidas fundamentales para la erradicación de esta lacra y asistencia a las mujeres víctimas. Otro paso importante fue la aprobación en el año 2017 en el Congreso del pacto de Estado contra la violencia de género con el objetivo de eliminar cualquier tipo de violencia contra las mujeres y defender sus derechos y libertades fundamentales.

Podemos decir, que a través del consenso se ha construido un marco democrático para afrontar uno de los problemas más graves de la convivencia. Sin embargo, como la entrada de Vox en el Congreso supone una grave amenaza en el proceso de la igualdad, tristemente el pronóstico de Simone de Beauvoir cuando afirmaba “No olvidéis jamás que bastará una crisis política, económica o religiosa para que los derechos de las mujeres vuelvan a ser cuestionados” se está confirmando.

El partido de ultraderecha incluye en su programa la aprobación de una nueva ley de violencia intrafamiliar, confundiendo, la violencia de género que se ejerce contra las mujeres, con la violencia doméstica. Y lo que es más grave, repite sin cesar, falsedades para justificar el ideario del neo machismo.

No. No existen las denuncias falsas. Tal y como confirma la fiscalía General del Estado las denuncias falsas en el año 2017 representan el 0,01 % del total.

No. Los hombres no son asesinados por sus parejas en los porcentajes que nos dicen. En estos seis años analizados por el CGPJ, se han dictado 259 sentencias por el asesinato de mujeres y 47 por el de hombres (no siempre a manos de parejas o exparejas mujeres). Uno de cada dos muertes violentas de mujeres se debe a la violencia de género.

No. No son la mayoría los extranjeros los que matan a sus parejas o exparejas

No. No se puede negar los daños sobre los hijos y las hijas de las mujeres víctimas de violencia de género, son a su vez víctimas directas y en muchos casos asesinados. Desde 2013, han sido asesinados 27 menores en casos de violencia de género contra sus madres.

No. No existen chiringuitos de violencia de género. Sino toda una red de servicios destinados a ayudar a las mujeres víctimas de violencia de género y a sus hijos e hijas

Un año más seguimos reclamando CONTRA LA VIOLENCIA DE GENERO, MÁS QUE PALABRAS.DESDE FeSP UGT RECLAMAMOS FIRMEZA CONTRA LOS DISCURSOS QUE NIEGAN LA REALIDAD DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO

Julio Lacuerda, Secretario General de FeSP-UGT