Alba Plata

Ansiedad, depresión, trastornos del sueño y de la alimentación, inseguridad, estrés, tristeza, impotencia, pérdida de la concentración, miedo, fatiga emocional, sensación de agobio y abatimiento, baja autoestima, irritabilidad, cambios drásticos de humor… La lista de trastornos psicológicos derivados de la pandemia resulta casi infinita. Los expertos apuntan a un incremento, a nivel general, de las necesidades de apoyo psicológico en el último año, pero, ¿cómo ha afectado esta cuestión a un colectivo vulnerable como son los niños y adolescentes que lidian cada día con una enfermedad tan grave como el cáncer? ¿Y a sus familias?

En primer lugar, me gustaría conocer un poco más Asion, la asociación en la que trabajas. ¿Cuál es su labor y con qué perfiles profesionales cuenta?

Asion es la Asociación Infantil Oncológica de Madrid. Está compuesta por un grupo de padres y madres que se unieron hace ya 30 años con el objetivo de poner al servicio de otras familias su propia experiencia de haber tenido un hijo con cáncer. Sin embargo, Asion no se compone únicamente de las familias, sino también de socios, amigos, voluntarios y trabajadores de diferente perfil. Existen diferentes departamentos: ocio y voluntariado, trabajo social, psicoeducativo y de rehabilitación… Este último es en el que yo me encuentro, junto a otras compañeras psicólogas, una neuropsicóloga encargada de la labor de rehabilitación cognitiva y también un fisioterapeuta.

¿Cuál es tu labor en Asion?

Mi labor como psicóloga oncológica pediátrica consiste en brindar apoyo, acompañamiento y asesoramiento a los niños y jóvenes con cáncer, así como a sus familias. Se trata de paliar, en la medida de lo posible, los efectos psicológicos que pueden surgir a raíz de recibir un diagnóstico de este tipo. Es decir, facilitar el proceso de adaptación ante un diagnóstico tan duro como es el cáncer y, al mismo tiempo, mantener el bienestar emocional. Esto permite, en muchos casos, prevenir problemas futuros e, incluso, abordar problemas presentes, pues no todo el mundo afronta este tipo de noticias de la misma manera. Es, en definitiva, un apoyo emocional en todo este proceso, a lo largo de las distintas fases de la enfermedad y del tratamiento.

Para realizar mi trabajo tengo asignado el hospital Ramón y Cajal. En Asion también estamos presentes en otros hospitales de referencia como La Paz y el 12 de Octubre. En los casos del Gregorio Marañón y el Niño Jesús, el departamento psicológico no está presente, pero sí lo están otros como los de trabajo social y ocio y voluntariado.

Leer la entrevista completa en El Diario de la Educación.

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