La publicación de los resultados del informe PISA, una vez más, ha servido para ser utilizada como arma arrojadiza en el debate político e ideológico, en vez de como una serena reflexión que conduzca a reconocer las fortalezas de nuestro sistema educativo y a reforzar los puntos débiles detectados. PISA muestra un análisis exhaustivo que va más allá de la comprensión lectora, la competencia matemática o la competencia en ciencias, pero el foco se pone en estos tres indicadores. Queremos también -aunque algunos de los análisis publicados parecen más preocupados por el lugar en el que se encuentran los países o las comunidades autónomas entre sí- analizar el por qué y el cómo de esos resultados, para elaborar una serie de conclusiones y propuestas que permitan y promuevan la mejora de nuestro sistema educativo, sin olvidad que, a pesar de las pesimistas afirmaciones de algunos, España se encuentra en la media de los países analizados, sin diferencias significativas con la media, tanto de la UE como de los países de la OCDE. Para UGT, una de las mayores debilidades que presenta PISA es la falta de elementos para poder saber qué pasa y por qué pasa. Y esto se hace más evidente en un sistema tan descentralizado como el nuestro.

 

Conclusiones y propuestas

  • La conclusión más evidente que podemos obtener de PISA es que se trata de una herramienta muy valiosa, por el volumen de datos que recoge, para poder analizar un análisis del estado de nuestro sistema educativo, pero no es más que eso. La tarea de utilizar esos datos y realizar el análisis es nuestra.
  • La segunda conclusión es que, para poder hacer un análisis riguroso, se deben tener en cuenta todos los valores y aspectos que aporta el informe referidos al impacto del contexto socioeconómico, las propias capacidades y percepciones del alumnado -mentalidad, bienestar, capacidad de resiliencia..- y el grado de equidad y compensación que poseen los sistemas educativos, y no quedarse únicamente con los más académicos (competencias). 
  • La tercera, ya referida a nuestro país, es que el descenso experimentado en el último informe no es un caso aislado sino que, salvo algunas excepciones, es una tendencia compartida a nivel mundial.
  • En cuarto lugar, la capacidad de resistencia de nuestro país al impacto de la COVID-19, mejor que en los países de nuestro entorno, pone de relieve, pese a las dificultades iniciales, la profesionalidad y el esfuerzo realizado por el profesorado. Es hora de acabar con ataques absurdos e injustificados que dañan su imagen y su valía y lograr un reconocimiento real y efectivo. Este reconocimiento pasa, necesariamente, por la mejora de sus condiciones sociolaborales como medio para lograr que la profesión docente sea verdaderamente atractiva.
  • Es necesaria una reflexión sosegada acerca de las necesidades de nuestro sistema educativo. Es verdad que ayudaría significativamente lograr un pacto educativo que blindara nuestro sistema frente a intereses partidistas, y también se debería abordar serenamente el modelo metodológico que debemos implantar rompiendo la dicotomía entre contenidos y materias. Ello requiere remodelar también el perfil y las competencias que deben poseer los y las docentes que deben llevarlos a la práctica, tanto en su acceso a la profesión docente como a su formación, inicial y permanente. No podemos olvidar que, en el acceso a la función pública, los vaivenes en la política educativa han llevado a que se encuentren en vigor temarios que datan del año 1993, es decir, anteriores incluso a la LOE, que data del 2006.
  • En relación con la inversión educativa, para que nuestro sistema avance es preciso dotarlo de los medios económicos, humanos y materiales suficientes, aunque también es necesario que dichos medios se destinen a las áreas, centros y colectivos donde sean más útiles y prioritarios. No es casualidad que, entre las comunidades autónomas con mejores resultados se encuentren algunas que, por razones geográficas o demográficas, permiten trabajar con agrupamientos más reducidos y reducen el número medio de alumnos por profesor. También es importante señalar el impacto positivo que supuso, durante el COVID, el refuerzo de las plantillas del profesorado.
  • Desde UGT, entendemos que, para mantener la enseñanza en las mejores condiciones de calidad y equidad, el esfuerzo ha de ser continuado, y por ello defendemos que las Administraciones educativas establezcan un suelo mínimo de inversión pública que garantice los servicios esenciales, no sujeto a fluctuaciones, al tratarse de un área prioritaria, sostenidos más allá del final de las aportaciones extraordinarias como las procedentes de los fondos europeos.
  • También es necesario que se asegure una educación en equidad y calidad con iguales garantías en todas las comunidades autónomas como el medio más eficaz para lograr que se compensen las desigualdades existentes entre los territorios. En este sentido, consideramos que los centros y colectivos de difícil desempeño, los proyectos de innovación y mejora o las iniciativas encaminadas a la reducción del abandono temprano son algunos de los programas que tendrían que tener una especial consideración
boletin-pisa-2023

 

https://educacion.fespugtclm.es/storage/pisamini.jpghttps://educacion.fespugtclm.es/storage/pisamini-150x150.jpgUGT EnseñanzaACCIÓN SINDICALUncategorizedLa publicación de los resultados del informe PISA, una vez más, ha servido para ser utilizada como arma arrojadiza en el debate político e ideológico, en vez de como una serena reflexión que conduzca a reconocer las fortalezas de nuestro sistema educativo y a reforzar los puntos débiles detectados....Sector Enseñanza de UGT Servicios Públicos Castilla-La Macha