La violencia en las escuelas y otros entornos educativos causa a los niños y adolescentes graves daños que pueden persistir en la edad adulta. El bullying, o acoso escolar, tiene efectos negativos en la salud física, el bienestar emocional y el rendimiento académico de los niños y niñas, especialmente si dicha violencia se repite en el tiempo o es severa, además de influir en el clima escolar del centro educativo.
Las nuevas tecnologías se han convertido en una forma común de acoso a niños y menores de edad en sus múltiples formas. Cada día aumentan los casos de menores que sufren a través de internet, lo que se conoce como ciberacoso o ciberbullying, donde las diferencias de raza, origen, cultura, orientación sexual, aspecto físico, etc., incrementan la probabilidad de sufrir acoso por internet de manera anónima.
UGT, en el Día Internacional contra la Violencia y el Acoso Escolar, y con el objetivo de mantener el mejor clima de convivencia en los centros, considera necesaria la implementación de planes para la atención, gestión de las emociones y la prevención y detección de los trastornos emocionales y del estado de ánimo en el alumnado. Los Planes de Igualdad y Convivencia priorizarán los aspectos preventivos, desarrollando protocolos de análisis de la situación, actuaciones a desarrollar, evaluación de las acciones, intervención…
Es necesario que para la puesta en marcha de esos planes se dote a los centros de los recursos necesarios. La nueva figura del Coordinador de bienestar y protección en los centros educativos viene a ocupar el espacio y compartir las funciones de otras figuras que ya se encontraban presentes en los centros educativos. Por la importancia de las distintas y numerosas funciones que se encomiendan, es necesario que tenga una formación específica y una dedicación completa para prevenir, detectar, desarrollar y resolver cualquier incidencia que altere la convivencia en el centro.
UGT considera que los centros educativos han de ser espacios seguros y saludables, ya que se enfrentan a nuevos retos en el cumplimiento de los objetivos y las responsabilidades de las nuevas necesidades y situaciones educativas y sociales. Dado que se trata de retos que los centros por sí solos no pueden llevar a cabo, esta tarea es un trabajo que ha de realizarse en equipo con una implicación de distintas instituciones y de manera coordinada con toda la comunidad educativa, donde es fundamental la participación y colaboración de los padres y madres y del alumnado, sin olvidar tampoco la importancia de los medios de comunicación.